5 de Julio del 2012:
La FIFA y el órgano encargado de expedir el reglamento del deporte, la Junta Asociada Internacional del Fútbol, IFAB por sus siglas en inglés, dieron luz verde a un proyecto que, pese a que no se han presentado suficientes casos como para ser considerada "urgencia", supone un avance importante en la incorporación de tecnología en el fútbol.
Este proyecto es la tecnología de línea de meta, es decir, la implementación de sensores colocados en el balón, que emiten microondas que son recibidas en algún dispositivo que el árbitro tendrá (GoalRef) o a través de un sistema de cámaras superpoderosas capaces de crear un video a través de una situación real y se sometería la jugada a revisión (Hawk-Eye), el último ya está presente en el tennis, por ejemplo.
Por supuesto, como con todo cambio al reglamento del fútbol surgen los cuestionamientos, las críticas y las controversias:
-¿Es realmente necesario invertir tanto en tecnología que se usaría (estadísticamente hablando) en 3 de cada 1000 partidos?
-¿Altera la esencia del fútbol la incorporación de tecnología tan determinante?
-¿El
error humano es parte del juego?
-¿Qué tan estandarizada sería la tecnología de línea de meta?
En 2006 que se introdujo por primera vez la tecnología de intercomunicación entre árbitros, con el fin de llegar a decisiones más acertadas, igualmente hubo controversia, sin embargo, actualmente se emplea esta tecnología y se cree que fue una excelente decisión el haberla incorporado.
Entonces, ¿las críticas por parte de los más conservadores desaparecerán cuando se den situaciones en las que la tecnología sea probada y se vea que resulta ser eficaz? ¿O jamás desaparecerían, pues tacharían al fútbol moderno de alterado y sin la misma esencia que antes?
Mi conclusión:
Todos los deportes han ido resolviendo sus necesidades adaptándose a los diferentes avances tecnológicos disponibles: el fútbol americano con la posibilidad del
review/challenge play, el tennis con la posibilidad del desafío y poder ver con la tecnología Hawk-Eye si la bola pega dentro del campo o no, en la natación con tableros electrónicos localizados al final de los carriles de las piscinas para determinar quién toca primero en una competencia, en el hockey se enciende una luz que activa un sensor al detectar que el puck cruza la línea, y podría seguir con más ejemplos.
Entonces, ¿por qué al fútbol, siendo un deporte con más de un siglo de existencia oficial, no se le permitiría adaptarse a los avances tecnológicos? Y más cuando éstos benefician el juego. En 1966 se podría decir que el gol fantasma en la final del Mundial de ese año en el majestuoso Wembley Stadium mató a los alemanes. ¿Se tendría que repetir ese escenario para que aquellos que se oponen al uso de la tecnología en el deporte recapaciten?
En mi opinión, es mejor prevenir y utilizar tecnología como esta, y si es posible, avanzar más e incorporar por ejemplo sensores de fuera de lugar o sensores en los bordes del campo para determinar si un balón abandonó el campo o no, con el fin de apoyar a la perfección del juego. Más si éste no se haría más lento, ya que cuando se presentan estas situaciones los jugadores recurren a protestar, así que no hay realmente una pérdida de tiempo.
Finalmente, como este blog está al tanto de todas las noticias del deporte en nuestro país, Decio de María Serrano, el presidente de la Liga MX, ha informado que "ve muy difícil" la implementación de esta tecnología A CORTO PLAZO en México. Prefiere(n) esperar a ver qué resultados trae en los campeonatos en los que se utilice, así como ver los costos y demás. Creo que es una decisión correcta por parte del presidente Decio de María, pues esta tecnología apenas completó la segunda etapa de pruebas por parte de la FIFA, así que habría que ver cómo funciona para poder implementarla, y cabe mencionar que los costos de esto podrían ser muy altos. Me parece una apropiada decisión.
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